El tiempo pasa muy pero que muy rápido. Me parece que fue ayer cuando nació mi primer hijo y han pasado ya casi cinco años. Es imposible recordarlo todo, guardarlo todo para cuando crezcan, quedarnos con todas sus cosas, plasmar toda su vida en fotografías. Pero cualquier cosa que podamos hacer siempre ayuda a revivir momentos, sentimientos...
Algo sencillo que podemos hacer es guardar impresiones de las manos y los pies de los bebés. En el momento en que lo haces puede parecer algo sencillo, una tontería, pero cuando pasan los años y ves esas manitas minúsculas es cuando ves que ha valido la pena guardar ese recuerdo.
Hasta ahora, nada nuevo, pero lo que hoy quiero compartir es la versión low-cost de estas impresiones.
Nos regalaron hace unos meses un cuadro de la colección Baby Art cuya caja incluía la bandeja que podéis ver en estas fotografías y un paquetito de arcilla modelable. Se trata de una masa blanca que sólo hay que trabajar con las manos, hacer una bola, extender, y sobre ella hacer presión con el pie o la mano del bebé. No mancha, casi no huele, y es hipoalergénica. Se seca a las pocas horas y se fija a la bandeja con pegatinas adhesivas de doble cara.
Vamos, que una maravilla.
Pero ¿qué pasa cuando te apetece tener este recuerdo pero ni quieres ni puedes gastarte dinero en material, o, como sucede en muchos casos en las ciudades "pequeñas", da igual que te recorras todas las tiendas de manualidades que encuentres que no lo venden en ninguna?
Pues que hay que recurrir a la versión low-cost: PLASTILINA de Play-Doh.
El resultado es esta preciosidad:
Si no os apetece verla colgada en un cuadro, simpre podéis usarla como un bonito pisapapeles |
Lo que sucede con esta plastilina, a diferencia de la plastilina de marca Jovi que era la que se usaba antes, es que si no se trabaja y se deja destapada se endurece por completo.
Antes la plastilina era algo odiado por las madres que pasaban horas intentando quitarla de las suelas de los zapatos; se quedaba ahí durante días, medio derretida, se le pegaban todos los pelos y ni con palillos de dientes era posible quitarla.
La plastilina Play-Doh sirve mientras la trabajas, la modelas, es decir, mientras la usas, y seguirá como el primer día mientras la guardes cerrada. Pero como seas un poco dejada y te la olvides encima de una mesa, al día siguiente estará como una piedra y ya no la podrás volver a usar.
Por eso es perfecta para guardar las huellas de tu bebé.
Otra ventaja, ya no tienes que pintarla.
Por si os animáis a hacerlo, dejadme que os dé un consejo: a la izquierda de la huella del pie se ve una grieta; estas grietas salen al endurecerse pero sólo si no habéis trabajado bien la plastilina primero. Por tanto es muy importante que antes de que el bebé ponga la manaza encima hayáis amasado bien la plastilina y hayáis hecho una bola muy homogénea antes de estirarla.
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